pero Alice nunca le había prestado demasiada atención.
¿Y entonces, por qué se sentía así ahora?
Tal vez porque es un momento extraño de su vida
o puede que por su forma de mirarla,
o porque con él era ella realmente,
sin mascaras, sin falsos nombres, sin falsas aficiones,
simplemente Alice, en mayúsculas.
Quién se lo iba a decir a Alice cuando los presentaron
que de repente iba a aparecer él ahí,
como un salvador,
como la luz al final del tunel,
como una puerta de salida a su vida de moteles y pensiones.
Qué raro es esto de la vida,
un día te quieres morir,
y al siguiente lo ves todo color rosas
Puta espiral de sentimientos...